En el mundo de los automóviles, Ferrari suele ser una de las marcas que destaca por combinar los conceptos de exclusividad, deportividad y elegancia, todo en un mismo paquete. La marca italiana también se distinguió por brindarle a determinados clientes la posibilidad de crear modelos únicos, a pedido. Uno de ellos fue el empresario estadounidense Bob Wilke, quien encargó un ejemplar que desafió estas convenciones: el Ferrari 410 Superamerica Ghia.
El bólido de la casa de Maranello casi no parecía un vehículo italiano, sino un estadounidense por sus líneas aerodinámicas, su diseño característico de la década del ’50 con aletas similares a los de los famosos Cadillac. Se alejaba radicalmente de la estética tradicional de Ferrari, la adopción de un estilo más estadounidense inspirado en la aeronáutica y la carrera espacial era notable, según el portal Eventos Motor.
Bob Wilke, un entusiasta del automovilismo y coleccionista de modelo de la marca del Cavallino Rampante, ya poseía cuatro modelos. Sin embargo, buscaba algo diferente, algo que reflejara su gusto personal y el estilo de la época en los Estados Unidos. Es así como encargó a Ghia, uno de los carroceros más reconocidos de la época, la creación de un vehículo único a partir del chasis del Ferrari 410 Superamerica.
El resultado final fue, sin duda, sorprendente. Este modelo presentaba un frontal muy chato con una parrilla dominante, faros circulares pequeños y dos grandes bigotes cromados. Los flancos eran redondeados y las ruedas estaban levemente carenadas. Un listón cromado recorría todo el vehículo, desembocando en dos enormes aletas traseras que apuntaban hacia el cielo.
Puertas adentro, el habitáculo también reflejaba el estilo que encajaba más con el vehículo estadounidense. Tenía tapicería de cuero blanco y negro, un tablero con diez indicadores personalizados y un volante de gran diámetro con elementos cromados.
A pesar de su diseño poco convencional, el 410 Superamerica Ghia mantenía la esencia deportiva de Ferrari. Bajo el capó se encontraba un motor V12 de 4.962 cc que producía 340 CV de potencia. En el caso del vehículo de Wilke, el motor se incrementó a 5.162 cc, lo que le permitió alcanzar una potencia estimada de 365 CV.
Bob Wilke disfrutó de su 410 Superamerica Ghia hasta su fallecimiento en 1970. Desde entonces, el vehículo ha pasado por varias manos y es actualmente una pieza codiciada por coleccionistas. Su diseño único y su historia lo convierten en un testimonio de la época dorada del automovilismo y un recordatorio de que incluso Ferrari no fue inmune a las tendencias de diseño de su época. ¿Conocías este exclusivo modelo de la marca italiana?
2024-06-29T23:53:57Z