RECORDANDO EN 3 PASOS AL MERCEDES SLS AMG GT "FINAL EDITION"

Cuando llegó a su fin, la marca alemana lo definió como “el clásico del futuro”. No estuvo nada desacertada. No fue para menos. El Mercedes AMG SLS, el primer AMG de serie diseñado y fabricado íntegramente por la casa de Affalterbach, se convirtió tras sus cuatro años de producción en toda una leyenda. A 10 años del punto final de su ciclo comercial, recordamos la edición de despedida. 

1. De edición limitada y de colección

Con esta edición, el SLS AMG se despidió de la producción. Se trató de una tanda final de 350 unidades y se ofreció tanto en coupé como en roadster.

Para distinguirlo del modelo de serie y hacerlo un superdeportivo de colección, en su interior cada unidad llevó sobre la consola central en fibra de carbono la placa identificatoria "AMG FINAL EDITION - 1 of 350" y sucesivamente.

2. Su motor y las prestaciones

Al lanzarse tomando la versión GT, el AMG SLS Final Edition se sirvió del V8 6.3 con potencia aumentada hasta 583 hp a 6,800 revoluciones por minuto, contra la máxima de 560 hp del modelo de serie. Su par era de 479 libras pie. Con el ocho cilindros y toda su configuración de supercar, alcanzaba de parado los 100 km/h en 3.6 segundos y corría a velocidad máxima de casi 320 km/h.

3. Fibra de carbono por doquier

Al V8 lo protegía un capó que era uno más en una serie de elementos exteriores en fibra de carbono. Además de éste, se aplicaba el ligero material al spoiler delantero inferior, a los componentes aerodinámicos laterales ubicados detrás de las ruedas delanteras, a las carcasas de los espejos retrovisores y al alerón trasero fijo similar al del AMG SLS Coupé Black Series de 622 hp.

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